Poquito a poco
Llega navidad y todo es un constante barullo. Compras, compras y más compras. La sociedad se encuentra inmersa en un ambiente de contradicción total y absoluta. Muchos decimos que detestamos este período pero cada vez lo evitamos menos. Supongo que es muy difícil ir contra un movimiento de masas.
Este diciembre viene cargado de buenos pensamientos y nuevos proyectos e ideas para el próximo año. En el periódico y en el resto de medios de comunicación nos bombardean con el tema del cambio climático, con el ahorro, con la crisis económica… pero nadie cambia nada. O muy pocos lo están intentando. Leo que hay un movimiento que recupera comida en buen estado de los basureros, o me dan pautas para colaborar con el medio ambiente o ser más ecológica en un periódico que trae su revista dominical envuelta en una bolsa de plástico. O derrocha papel con publicidad sobre bancos e inmobiliarias que solo durarán 5 minutos en mis manos, porque inmediatamente los depositaré en una bolsa que he destinado solamente a reciclar papel. Otro poco en el supermercado: un cartel me indica que debemos ayudar con el ahorro, que es una cuestión de todos, y me venden las zanahorias en unas bolsas gigantes, o me dan una para llevar solo un dentífrico.
Desde este humilde espacio deseo que todas y cada una de las personas que tenemos la suerte de ser aún consideradas pertenecientes a la “clase media”, o simplemente todas aquellas personas que tenemos acceso a los medios de comunicación y pretendemos poseer un cierto nivel de sentido común, que este nuevo año analicemos nuestras verdaderas necesidades y, a partir de ahí, decidamos y hagamos nuestro consumo un poco más responsable. Creo que nosotros, los ciudadanos de a pie, podemos aspirar a vivir en un entorno menos contaminado. Y no hablo del cambio climático, sino de la preservación del medio ambiente. Que podamos caminar por unas calles más limpias, sin tanta polución, que podamos ayudar a preservar aquellos paisajes que tanto nos gustan, sin contaminarlos con plásticos y humo. Poquito a poco lograremos cambiar esta mentalidad consumista-destructiva. Pero hay que empezar ya.
Este diciembre viene cargado de buenos pensamientos y nuevos proyectos e ideas para el próximo año. En el periódico y en el resto de medios de comunicación nos bombardean con el tema del cambio climático, con el ahorro, con la crisis económica… pero nadie cambia nada. O muy pocos lo están intentando. Leo que hay un movimiento que recupera comida en buen estado de los basureros, o me dan pautas para colaborar con el medio ambiente o ser más ecológica en un periódico que trae su revista dominical envuelta en una bolsa de plástico. O derrocha papel con publicidad sobre bancos e inmobiliarias que solo durarán 5 minutos en mis manos, porque inmediatamente los depositaré en una bolsa que he destinado solamente a reciclar papel. Otro poco en el supermercado: un cartel me indica que debemos ayudar con el ahorro, que es una cuestión de todos, y me venden las zanahorias en unas bolsas gigantes, o me dan una para llevar solo un dentífrico.
Desde este humilde espacio deseo que todas y cada una de las personas que tenemos la suerte de ser aún consideradas pertenecientes a la “clase media”, o simplemente todas aquellas personas que tenemos acceso a los medios de comunicación y pretendemos poseer un cierto nivel de sentido común, que este nuevo año analicemos nuestras verdaderas necesidades y, a partir de ahí, decidamos y hagamos nuestro consumo un poco más responsable. Creo que nosotros, los ciudadanos de a pie, podemos aspirar a vivir en un entorno menos contaminado. Y no hablo del cambio climático, sino de la preservación del medio ambiente. Que podamos caminar por unas calles más limpias, sin tanta polución, que podamos ayudar a preservar aquellos paisajes que tanto nos gustan, sin contaminarlos con plásticos y humo. Poquito a poco lograremos cambiar esta mentalidad consumista-destructiva. Pero hay que empezar ya.
Comentarios
Besito. Muy lindo blog!