Presente ausente

Mire a donde mire encuentro despropósitos. No creo en nada ni en nadie, me pierdo en el lenguaje, me confunden los símbolos, me agobia la ignorancia. En la vereda de enfrente, los que saben, los que luchan, los que sienten impotencia. ¡Qué suerte que tienen! Yo solo siento un pitido, una radio mal sintonizada que me acompaña en los ratos de silencio. Al mismo tiempo, la esperanza de que un boli y un papel saquen de adentro lo que no puedo decir alto y fuerte: porque me siento sin voz, porque no encuentro argumentos, porque me siento en el banco de la inconsciencia. Tengo la marcha puesta pero no arranco y mis sentidos, perplejos, me dan señales que no entiendo.
Si, es un presente ausente.
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