Se evaporó


 
Se movía rápido. Sus dos patitas, tambaleantes, lo  llevaron hacia vos que lo esperabas tanto. Había un sol radiante y creo que eso te animó a sacar a pasear el corazón. Al mismo tiempo y, sin querer, al corazón lo acompañó una lágrima. Pero no duró mucho, porque el sol era tan fuerte que enseguida la evaporó. Entonces el corazón se asustó y, rápidamente, se escondió. Y ya no sé qué pasó, creo que, simplemente, también se evaporó.

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